Un descarrilamiento de Amtrak en Filadelfia, PA, hirió a más de 200 personas y mató a 8 a mediados de mayo. Los espeluznantes detalles y fotografías de este importante accidente se han publicado en los medios de comunicación nacionales durante las últimas semanas. El revisor que sobrevivió está demandando a la empresa tras sufrir lesiones graves. Los informes muestran que Amtrak 188 de Washington a Nueva York viajaba a 106 mph en el momento del accidente.
Más tarde se descartaron las especulaciones anteriores sobre disparos que alcanzaron el tren. Aún así, hubo muchas indagaciones sobre cómo se produjo el terrible accidente, sobre todo porque la velocidad del tren, según fuentes del sector, era el doble de lo recomendado para ese tramo de vía.
Sistemas de seguridad
Desde el momento del accidente, han surgido detalles sobre por qué ocurrió este accidente. Una cuestión muy central es el uso de un protocolo llamado Control Positivo de Trenes o PTC que utiliza un tipo de sistema inalámbrico de sensores de seguridad para controlar las operaciones de los trenes. Los informes muestran que el PTC no estaba implementado para el corredor específico donde ocurrió el desastre de Filadelfia. Los expertos afirman que el sistema finalmente se implementará allí.
Amtrak también ha analizado las razones por las que este sistema de seguridad clave no estaba implementado en el momento del accidente. Los portavoces de la compañía han sugerido que Amtrak no pudo obtener un espectro inalámbrico dedicado en el rango de 220 MHz, que, según la compañía, es fundamental para operar el sistema PTC. Sin embargo, los expertos en el espectro inalámbrico han señalado que el uso de una red heterogénea (un conjunto de diferentes frecuencias con diferentes técnicas administrativas) podría haber llevado a una aplicación de PTC a mayor escala que podría haber evitado estas lesiones y muertes. Ésa es una cuestión importante para quienes analizan cómo los sistemas modernos pueden prevenir daños en el futuro.
Analizar los accidentes de tren en contexto
Los abogados locales de accidentes de trenes de la ciudad de Nueva York deben examinar muy de cerca todos los detalles de un accidente de tren o de transporte público. Para manejar eficazmente estos casos, deben comprender a las partes que pueden ser responsables de la negligencia y considerar si la falta de atención a la seguridad pública contribuyó o no a causar lesiones o muertes.
Además, el abogado de accidentes de tren deberá comprender los estatutos aplicables, junto con las precauciones que una empresa tomó (o no tomó) y sacar algunas conclusiones con respecto a cómo todo eso encaja en lo que los legisladores consideran procedimientos de seguridad "razonables". Todo esto ayuda a los abogados a representar bien a sus clientes en los tribunales en un esfuerzo por garantizar que tengan la mejor oportunidad de obtener una compensación completa por las facturas médicas, los salarios perdidos y otras consecuencias asociadas con sus lesiones.
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