Para ganar el caso en un juicio penal, es necesario que las pruebas proporcionadas por la fiscalía demuestren más allá de toda duda razonable que el acusado es culpable de los cargos que se le imputaron. Durante los procedimientos judiciales, se pueden usar dos tipos de evidencia: evidencia directa y evidencia circunstancial. Comprensión de la evidencia circunstancial
Los casos civiles, cuando se intenta negar o establecer la responsabilidad, se basan en pruebas circunstanciales.
Evidencia directa
La evidencia directa y la evidencia circunstancial son dos cosas muy diferentes. La evidencia directa muestra que algo es un hecho indiscutible, más allá de toda duda razonable. Por ejemplo, la evidencia física de un crimen, las cintas de audio y video y el testimonio de un testigo confiable se pueden calificar como evidencia directa en un caso. La evidencia directa permite al jurado inferir, sin lugar a dudas, si el acusado es culpable o no. La evidencia circunstancial, por otro lado, se utiliza para establecer la inocencia o la culpabilidad en un juicio a través del razonamiento. Se le conoce como evidencia indirecta ya que solo sugiere un cierto hecho de manera contundente, pero en realidad no lo prueba. Esta evidencia indirecta resulta de la combinación de varios hechos no relacionados que la fiscalía usa para tratar de convencer a un jurado de la culpabilidad o inocencia del acusado.
La mentalidad criminal
La mayor parte del tiempo, los delincuentes tienen mucho cuidado de no dejar ninguna prueba directa de los delitos que podrían haber cometido. Es por eso que muy a menudo los tribunales se basan en pruebas circunstanciales para determinar los hechos del caso.
Entendiendo la diferencia
Por lo general, son los fiscales penales quienes se basan en pruebas circunstanciales para probar su caso. Los casos civiles, cuando se intenta negar o establecer la responsabilidad, se basan en pruebas circunstanciales. Mucha gente cree que la evidencia circunstancial tiene menos importancia que la evidencia directa. Esto es parcialmente cierto, pero no del todo. La evidencia directa es definitivamente más poderosa que la evidencia circunstancial, hay ocasiones en que la evidencia circunstancial puede ofrecer una ventaja sobre la evidencia directa ya que es más complicado de fabricar o suprimir. Existen diferentes tipos de evidencia circunstancial, como el comportamiento de un sospechoso después de un crimen, el trato diferencial y los comentarios amenazantes antes de un crimen y, a veces, los testigos y la evidencia forense. La evidencia directa y la evidencia circunstancial son dos cosas muy diferentes
Poniendo dos y dos juntos
Los comentarios difamatorios o las amenazas verbales directas a la vida de una persona antes de que ocurra, digamos, el asesinato de esa persona, pueden considerarse evidencia circunstancial. Si una persona trató mal a una víctima de agresión antes de que se cometiera el delito, también podría ser investigada por la policía sobre la base de pruebas circunstanciales. Por ejemplo, una persona que acosó a una mujer en el pasado puede ser investigada si fue violada. En ambos casos, la prueba se considera circunstancial.
Desdibujando las líneas
Otro ejemplo viable de evidencia circunstancial es una persona que está siendo investigada por un robo, gastando grandes cantidades de dinero después de que se informó que se cometió el crimen, o una persona que puede estar abiertamente nerviosa mientras es investigada por un posible asesinato. No hay ninguna evidencia sólida de ninguno de los delitos aquí, pero hay evidencia circunstancial. En ocasiones, ciertos relatos de testigos oculares también pueden considerarse pruebas circunstanciales.