Durante décadas, las tasas de mortalidad con la medicina moderna han ido cayendo. Los profesionales médicos tienen más información, más formación, mejor tecnología y muchas otras ventajas. Procedimientos que eran imposibles en un pasado no muy lejano son rutinarios hoy.
Sin embargo, uno tendencia inquietante Muestra que las tasas de mortalidad asociadas con la anestesia no están mejorando. De hecho, muestran una tendencia opuesta, ya que cada vez más personas mueren tras usar anestesia general.
¿Debemos alarmarnos por esta tendencia?
De cada millón de pacientes que reciben anestesia general, siete fallecen. Durante el año siguiente, uno de cada 20 pacientes fallece. En el caso de los mayores de 65 años, un 10 % fallece al año siguiente de recibir anestesia general.
Los expertos señalan que existen muchos factores en juego. Por ejemplo, la mayor tasa de fallecimiento en los mayores de 65 años en el plazo de un año podría deberse a que estos pacientes ya están mucho más cerca de su esperanza de vida. Los riesgos son mayores para los pacientes mayores que reciben anestesia. Pueden presentar más problemas de salud y otras complicaciones.
Complicaciones
¿Qué tipos de complicaciones son las más graves? La hipertensión arterial y los problemas cardíacos en general pueden ser preocupantes. Estos pacientes suelen fallecer en el quirófano, mientras están en la mesa de operaciones. Es una situación trágica e inesperada para la familia, especialmente en una cirugía de rutina, pero sucede.
Los errores médicos pueden causar una muerte que nunca debió ocurrir. Por ejemplo, el historial clínico de un paciente puede indicar que es alérgico a la anestesia, pero el médico puede leer el historial equivocado y administrar la anestesia de todos modos. En algunos casos, los médicos pueden cometer errores al intentar corregir una complicación inesperada. Por ejemplo, podrían necesitar insertar un tubo de respiración en la tráquea de una persona, lo cual puede ser mortal si se hace incorrectamente.
El peso es un factor importante
El peso también influye mucho. Para evitar que la presión arterial baje demasiado, los pacientes reciben anestesia al inicio del procedimiento. Los médicos deben calcular con exactitud la cantidad necesaria. Cuando los pacientes tienen sobrepeso, afirman que esta estimación es extremadamente difícil de realizar. Si se administra demasiado o muy poco, pueden surgir problemas.
Los propios médicos admiten que la comunicación es fundamental en un quirófano, especialmente en caso de emergencia. Si el equipo no trabaja en equipo adecuadamente, un paciente podría fallecer cuando una actuación rápida podría haberle salvado la vida.
En la era moderna, solemos pensar que los procedimientos médicos son seguros y rutinarios. Confiamos en que los médicos y profesionales de la salud harán su trabajo a la perfección, siempre. Damos por sentado que procedimientos como la anestesia son fáciles de usar y sin complicaciones. Desafortunadamente, las familias deberían considerar sus opciones legales, ya que las tendencias de mortalidad demuestran que estas suposiciones no siempre son ciertas.
