La hidrocefalia, también conocida como “agua en el cerebro”, es una afección que se presenta cuando hay un exceso de líquido cefalorraquídeo (LCR). Este líquido rodea el cerebro y la médula espinal en el cuerpo humano y, en exceso, puede hacer que se agranden los espacios entre el cerebro, llamados ventrículos. Esto puede causar una presión indebida y peligrosa sobre los tejidos cerebrales, e incluso puede provocar su destrucción total. La presión excesiva sobre los tejidos cerebrales debe tomarse muy en serio porque puede provocar múltiples problemas de salud y, si no se atiende, puede incluso provocar la muerte. La hidrocefalia puede ser adquirida (por una enfermedad o lesión en la cabeza después del nacimiento) o ser congénita (presente al nacer). La hidrocefalia congénita puede ser causada por una serie de eventos que afectan el desarrollo fetal. También puede ser el resultado de un defecto genético. La falta de diagnóstico de esta afección por parte de los médicos del Bronx, Nueva York, puede ser claramente un caso de negligencia médica.
¿Quién puede desarrollar hidrocefalia?
La hidrocefalia afecta a una amplia gama de personas, incluyendo adultos mayores, adultos de mediana edad, niños pequeños, niños mayores y bebés. A continuación, algunos datos sobre la hidrocefalia:
- Hay más de 1,000,000 de personas en los EE. UU. que actualmente viven con hidrocefalia.
- Por cada 1,000 bebés que nacen en el país, uno o dos desarrollarán hidrocefalia.
- La hidrocefalia es una de las causas más comunes de cirugía cerebral en niños.
- Se estima que más de 700,000 personas en los EE. UU. tienen hidrocefalia de presión normal (HPN) y menos del 20 % de ellas recibe un diagnóstico apropiado.
¿Qué errores se cometen comúnmente al diagnosticar o tratar la hidrocefalia en el Bronx, Nueva York y cuáles son las consecuencias?
Puede tratarse de un caso de negligencia o mala praxis médica cuando un profesional de la salud, como un médico, que trata a un paciente con hidrocefalia, no realiza una evaluación adecuada de los signos y síntomas de alerta del problema. Algunos de los errores más comunes al diagnosticar o tratar la hidrocefalia incluyen:
- Falla prenatal para identificar los signos de hidrocefalia y diagnosticar la afección
- No identificar y reparar las derivaciones defectuosas
- No identificar y tratar adecuadamente las derivaciones infectadas
Algunas de las consecuencias de los errores cometidos en los hospitales del Bronx incluyen:
- Encefalitis
- Daño cerebral
- Meningitis
- Daño en el nervio
- Pérdida de capacidades físicas y mentales
- Convulsiones
- Muerte
- Problemas con la vision
Signos de hidrocefalia en un bebé
Los bebés con hidrocefalia pueden no presentar signos externos evidentes. Sin embargo, muchos presentan un aumento de la circunferencia de la cabeza debido al exceso de líquido. El cráneo del bebé tiene la capacidad de expandirse para acomodar la acumulación de líquido, ya que sus suturas no se han fusionado completamente. Otros signos de hidrocefalia en bebés incluyen:
- Somnolencia
- Vómitos
- Irritabilidad/quejamiento
- Ojos fijos hacia abajo, también llamados “mirada al atardecer”
- Convulsiones
- Fontanela abultada
- Tono muscular bajo (hipotonía)
- Problemas de alimentación
Es importante comprender que los adultos y los niños mayores que tienen hidrocefalia presentan síntomas diferentes.
¿Cómo diagnostican la hidrocefalia los médicos del Bronx, Nueva York?
La hidrocefalia siempre debe ser la primera sospecha en bebés con perímetros craneales mayores de lo normal al nacer o cuyas medidas craneales indiquen un crecimiento excesivo después del nacimiento. A los bebés nacidos de partos traumáticos o prematuros se les deben realizar mediciones craneales frecuentes. Además, siempre se debe sospechar que los bebés con presión intracraneal elevada desarrollan hidrocefalia. Las imágenes craneales ayudan a diagnosticar y confirmar la presencia de hidrocefalia. Sin embargo, en algunos casos, las herramientas de diagnóstico también pueden incluir resonancia magnética, ecografías y tomografías computarizadas. Las imágenes cerebrales pueden ayudar a distinguir entre la hidrocefalia comunicante y la hidrocefalia obstructiva. Los ventrículos tienden a permanecer abiertos en la hidrocefalia comunicante, lo que permite que el LCR continúe fluyendo entre ellos. Sin embargo, en la hidrocefalia obstructiva, el flujo de LCR está bloqueado. Identificar esta distinción es importante, ya que influirá en el curso del tratamiento.
Tipos de hidrocefalia
Es importante comprender que la hidrocefalia no es una enfermedad, sino una afección que puede desarrollarse por diversas razones y también puede formar parte de otra afección. La hidrocefalia congénita se debe a una compleja interacción de factores ambientales y genéticos durante el desarrollo fetal. Esta afección está presente al nacer y suele diagnosticarse antes del parto mediante una ecografía de rutina. La hidrocefalia compensada es un tipo de hidrocefalia que podría haber estado presente al nacer, e incluso haber sido tratada durante la primera infancia, pero que ha permanecido asintomática y prácticamente compensada durante muchos años. La hidrocefalia adquirida tiende a desarrollarse después del nacimiento debido a afecciones neurológicas como un tumor cerebral, un traumatismo craneoencefálico, un quiste, una hemorragia intraventricular o alguna infección del sistema nervioso central. Se sabe que la hidrocefalia normotensiva se presenta en adultos mayores cuando los ventrículos cerebrales se dilatan, pero produce un aumento mínimo o nulo de la presión intraventricular. En algunos casos, se conoce la causa de la hidrocefalia normotensiva. Sin embargo, con mayor frecuencia, la afección es idiopática, es decir, se desconoce su causa. "Comunicante" y "no comunicante" son dos términos comunes que utilizan los médicos para describir la hidrocefalia. Cuando el líquido cefalorraquídeo (LCR) puede fluir libremente a través del espacio subaracnoideo y el sistema ventricular del cerebro, se conoce como hidrocefalia comunicante. Sin embargo, cuando existe algún bloqueo físico que impide su libre circulación, se conoce como hidrocefalia no comunicante. Este bloqueo puede presentarse como un tumor.
Causas de la hidrocefalia en los bebés
La hidrocefalia en recién nacidos puede ser adquirida o congénita. La hidrocefalia adquirida es el resultado de algún problema durante o después del parto. La hidrocefalia congénita es causada por complicaciones genéticas o anomalías durante el desarrollo fetal. Un ejemplo de hidrocefalia adquirida es el traumatismo al nacer. La fuerza mecánica excesiva durante el parto puede dañar al bebé debido a una lesión o traumatismo al nacer. El traumatismo al nacer a menudo puede provocar hemorragias cerebrales o intracraneales, especialmente si el bebé nace prematuro. Las hemorragias intracraneales a menudo causan hidrocefalia. Dado que las hemorragias intracraneales suelen ser la causa subyacente de los casos de hidrocefalia adquirida, es importante comprender las diversas causas y los factores de riesgo asociados. Estos incluyen:
- Prematuridad: Los bebés prematuros tienden a tener vasos sanguíneos subdesarrollados y bajo peso al nacer. Estos pueden romperse fácilmente debido a una lesión. Por lo tanto, se cree que los prematuros tienen un mayor riesgo de hemorragias intracraneales. De hecho, se sabe que la prematuridad es un factor de riesgo importante para la mayoría de los tipos de lesiones al nacer. Por ello, es crucial que los profesionales médicos hagan todo lo posible para prevenir los partos prematuros.
- Falta de esteroides prenatales indicados: Los esteroides prenatales pueden ayudar a los bebés prematuros a madurar más rápido para minimizar el riesgo de hemorragia intracraneal.
- Encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI): La EHI es una forma de daño cerebral que es causada por la falta de flujo oxigenado al cerebro.
- Infecciones: La meningitis y la encefalitis herpética son algunos ejemplos típicos.
- Síndrome de dificultad respiratoria (SDR) no tratado: esta complicación respiratoria neonatal es muy común en bebés prematuros.
- Parto con fórceps o ventosas: el uso de herramientas de parto es particularmente riesgoso en partos complicados, como aquellos con presentación fetal anormal, desproporción cefalopélvica (DCP) o macrosomía.
- Pitocina: Es una versión sintética de la hormona oxitocina que se utiliza para inducir el parto o intensificar las contracciones en algunos casos. Su uso incorrecto aumenta el riesgo de hemorragia intracraneal, taquisistolia/hiperestimulación uterina y numerosas otras complicaciones.
¿Cómo afecta la hidrocefalia a los bebés a largo plazo?
El pronóstico para los bebés con hidrocefalia depende de la gravedad de la afección, la rapidez del diagnóstico y las causas que la originan. Algunos niños con esta afección pueden llevar una vida sana y normal. Sin embargo, en otros niños, la hidrocefalia puede provocar daño cerebral permanente. También puede afectar el desarrollo físico y cognitivo si no se diagnostica y trata a tiempo. Muchos niños con esta afección requieren terapias de rehabilitación, como terapia ocupacional y física, o intervenciones educativas.
Opciones de tratamiento en el Bronx, NY
Actualmente, no se conoce ningún método para prevenir o curar la hidrocefalia. El único tratamiento disponible actualmente requiere neurocirugía. El futuro de la salud de muchos bebés es prometedor si la hidrocefalia se detecta a tiempo y se trata adecuadamente. Los recientes avances tecnológicos, así como los protocolos de diagnóstico, están ayudando a un número cada vez mayor de personas con esta afección a llevar una vida próspera y saludable. La hidrocefalia se trata actualmente con tres tipos de tratamientos quirúrgicos.
Sistema de derivación
Este es el tratamiento más común para esta afección y también el procedimiento quirúrgico más común realizado en Estados Unidos por neurocirujanos pediátricos. El tratamiento consiste en la implantación quirúrgica de un dispositivo conocido como derivación. Una derivación se describe mejor como un tubo flexible que se coloca en el sistema ventricular del cerebro para desviar el flujo de LCR.
Tercera ventriculostomía endoscópica (ETV)
En este procedimiento, se perfora una membrana en el tercer ventrículo para crear una vía por la que el LCR fluya dentro de las cavidades cerebrales. Esta es una alternativa fiable a la derivación en casos de hidrocefalia obstructiva.
Ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo con cauterización de plexos coroideos (VET/CPC)
El tercer enfoque terapéutico consiste en la ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo, además de la cauterización del plexo coroideo en lactantes. Un neurocirujano utilizará un dispositivo para cauterizar o quemar el tejido del plexo coroideo, que es una red de vasos en los ventrículos cerebrales.
La falta de diagnóstico de hidrocefalia resultó en un acuerdo de 4.3 millones de dólares en Nueva York
Se logró un acuerdo por 4.3 millones de dólares justo antes del juicio en nombre de una niña pequeña porque su pediatra no le diagnosticó hidrocefalia. El padre de la joven contrató un bufete de abogados porque la enfermedad llevaba más de cinco años sin ser diagnosticada. En este caso, la niña mostró múltiples signos de hidrocefalia ya a los 9 meses, cuando el resto de su cuerpo no creció de acuerdo con el rápido crecimiento de la cabeza. Las preocupaciones del padre se volvieron más preocupantes durante la atención con su primer pediatra porque la niña también comenzó a mostrar signos de retrasos en el desarrollo cognitivo y físico, como retrasos en el habla y en las actividades motoras gruesas y finas. El pediatra no tomó ninguna medida a pesar de estos signos aparentemente evidentes. El tamaño de la cabeza del niño medido es mayor del 97% a los 18 meses de edad. Además, su cabeza parecía deforme. El pediatra no derivó al niño a una prueba de imágenes del cerebro o de la cabeza ni a un neurólogo. Cuando el padre perdió la paciencia ante la falta de preocupación, cambió de médico para obtener una segunda opinión sobre la falta de desarrollo de su hija y su condición en la cabeza. El siguiente pediatra asumió erróneamente que el pediatra anterior de la niña la habría derivado a un neurólogo por estas afecciones y, a su vez, no derivó a la niña para que se le realizaran las pruebas necesarias ni para una consulta neurológica para investigar la forma de la cabeza, el tamaño y los retrasos en el desarrollo. No fue hasta que la niña cumplió cinco años cuando su padre la derivó a un endocrinólogo porque estaba muy preocupado por el gran tamaño de su cabeza y su pequeña estatura. Una investigación inicial condujo a una prueba de resonancia magnética del cerebro, que identificó una gran acumulación de LCR atrapado dentro del cerebro del niño. El diagnóstico inmediato fue que el niño tenía hidrocefalia. La desafortunada condición era tan extensa y grave que resultó en una malformación del cerebro, llamada malformación de Chiari. En este, una parte del cerebro comienza a crecer hacia la columna vertebral. La niña de cinco años fue sometida a una cirugía inmediata para aliviar la malformación y la presión y permitir que su cerebro se desarrollara y creciera como debía. La malformación del niño se resolvió automáticamente una vez tratada la hidrocefalia. Avanzaba mucho en su desarrollo y rápidamente realizó mejoras significativas en las actividades motoras gruesas y finas. Los registros médicos fueron revisados por expertos contratados en los campos de Pediatría y Neurología Pediátrica, quienes opinaron que ambos pediatras de la niña fueron negligentes en sus responsabilidades y cometieron mala praxis médica al no referir a la niña a un neurólogo u ordenar una imagen cerebral. Además, los expertos opinaron que el retraso innecesario y prolongado debido al fallo provocó daños cerebrales y retrasos en el desarrollo debido a la presión. Luego el caso fue litigado y preparado para el juicio.
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