Un estudio publicado en JAMA Cardiology muestra que quienes se someten a una cirugía no cardíaca pueden desarrollar complicaciones que provocan ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e incluso la muerte. Los residentes de Nueva York que están hospitalizados por cirugías no relacionadas con el corazón querrán saber qué implica esta tendencia; después de todo, cada año se realizan más de 300 millones de cirugías no cardíacas en todo el mundo.
Un estudio publicado en JAMA Cardiology muestra que quienes se someten a una cirugía no cardíaca pueden desarrollar complicaciones que provocan ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e incluso la muerte. Los residentes de Nueva York que están hospitalizados por cirugías no relacionadas con el corazón querrán saber qué implica esta tendencia; después de todo, cada año se realizan más de 300 millones de cirugías no cardíacas en todo el mundo.
Los investigadores analizaron más de 10 millones de hospitalizaciones entre 2004 y 2013 y descubrieron 317,000 casos en los que se desarrollaron complicaciones. Esto equivale aproximadamente a... 1 de cada 33 hospitalizaciones En EE. UU., quienes se sometieron a cirugías vasculares, torácicas y de trasplante fueron los más afectados: el 7.7 %, el 6.5 % y el 6.3 %, respectivamente, desarrollaron complicaciones. La cirugía obstétrica y ginecológica generó el menor riesgo.
Se pudieron determinar varias tendencias entre los 317,000 pacientes. Los pacientes tenían mayor probabilidad de ser mayores, varones y presentar factores de riesgo cardiovascular como obesidad, hipertensión, diabetes y antecedentes de tabaquismo o alcoholismo.
Cada año, según las estimaciones del equipo de investigación, se producen alrededor de 150,000 ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en Estados Unidos tras una cirugía no cardíaca. Los investigadores creen que las cifras podrían ser superiores a las que sugieren algunas estadísticas, ya que los hospitales suelen dar de alta a sus pacientes inmediatamente después de la cirugía y no realizan un seguimiento de su estado. Los analgésicos administrados durante la cirugía pueden enmascarar los síntomas de un ataque cardíaco.
La falta de seguimiento de los pacientes después de una cirugía puede o no considerarse negligencia. Hay otros casos, como el de una cirugía en el lugar equivocado, donde es evidente que el cirujano u otro profesional de la salud cometió un error. Quienes creen haber sido víctimas de negligencia médica podrían beneficiarse de hablar con un abogado sobre la presentación de una reclamación. El abogado podría solicitar una investigación ante la junta médica local e incluso contratar a terceros para que realicen su propia investigación. Con un abogado, las víctimas podrían negociar un acuerdo justo.
