Un simple procedimiento médico o dental puede salir terriblemente mal cuando el médico o el dentista violan el estándar básico de atención. Debido a esto, el caso del paciente se vuelve mucho más complicado, y las medidas correctivas para corregir el error original no solo son costosas, sino que también pueden causar mucho trauma emocional y sufrimiento físico al paciente. Este es un caso clásico de negligencia médica, donde las complicaciones podrían haberse evitado si el médico no hubiera violado el estándar básico de atención.
Un simple procedimiento médico o dental puede salir terriblemente mal cuando el médico o el dentista violan el estándar básico de atención. Debido a esto, el caso del paciente se vuelve mucho más complicado, y las medidas correctivas para corregir el error original no solo son costosas, sino que también pueden causar mucho trauma emocional y sufrimiento físico al paciente. Este es un caso clásico de negligencia médica, donde las complicaciones podrían haberse evitado si el médico no hubiera violado el estándar básico de atención.
El caso de un joven de 15 años en Nueva York
La violación del estándar básico de atención por parte de un dentista queda claramente demostrada en este caso de una joven de 15 años. Esta joven consultó a un ortodoncista porque tenía los dientes apiñados y salientes, un problema dental común en algunos adolescentes. Tras un examen dental exhaustivo, el ortodoncista detectó que tenía un par de dientes de más en la boca y que sería necesario extraerlos para poder colocarles brackets, lo que corregiría el problema.
El ortodoncista remitió a la niña a su dentista para que le extrajera las dos muelas. Le indicó claramente por escrito qué dientes exactos debía extraer. El ortodoncista utilizó la terminología dental correcta para indicar exactamente qué dos dientes debía extraer. El dentista le extrajo dos muelas y, tras unas semanas de recuperación, la niña volvió a visitar al ortodoncista para que le diseñara e instalara los brackets.
Un desastre dental total
Al examinarle los dientes, el ortodoncista descubrió que el dentista le había extraído los dientes equivocados, que en realidad eran permanentes y que nunca debieron haber sido extraídos. Le había dado instrucciones claras por escrito para que le extrajera dos dientes de leche, mientras que él le había extraído dos permanentes. Esto constituyó una grave violación del estándar básico de atención, ya que cualquier dentista cualificado debe saber a qué dientes se refiere la terminología dental.
El dentista desconocía la anatomía dental básica y extrajo los dientes equivocados. De hecho, al no estar seguro de qué dientes se indicaban en relación con la boca de la niña, no debería haber hecho nada. Podría haber consultado a un colega, haber derivado a la niña a un cirujano dentista o a cualquier profesional dental que tuviera una idea clara de qué dientes le indicaba el ortodoncista.
Un terrible error
Debido a una extracción incorrecta, la niña no solo perdió dos dientes permanentes, sino que el procedimiento correctivo se complicó considerablemente. Ahora, no solo tendrá que usar ortodoncia durante mucho tiempo, sino que también necesitará dos dientes implantados en la mandíbula para compensar la falta de los permanentes. Además, existe el riesgo de que los implantes fallen y la niña necesite cirugía correctiva adicional. Todo esto significa que la niña tiene que sufrir un trauma físico y emocional, ya que el dentista violó el estándar básico de atención que se espera de cualquier profesional dental con licencia.
Las violaciones de las normas básicas de atención suelen constituir la mayoría de los casos de negligencia médica. Un equipo dedicado y excepcional abogado Podrán obtener una indemnización y daños y perjuicios adecuados para la víctima.