Los medicamentos anticoagulantes como Coumadin y Warfarin salvan vidas al reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares cuando las personas pueden tener coágulos de sangre. Sin embargo, los medicamentos anticoagulantes deben administrarse con cuidado, y cuando las dosis son incorrectas o los medicamentos reaccionan con otros medicamentos o incluso con alimentos, las personas pueden morir de hemorragia interna. Algunos pacientes en hogares de ancianos en Nueva York y en todo el país han sido víctimas del uso de anticoagulantes mal monitoreado.
Los medicamentos anticoagulantes como Coumadin y Warfarin salvan vidas al reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares cuando las personas pueden tener coágulos de sangre. Sin embargo, los medicamentos anticoagulantes deben administrarse con cuidado, y cuando las dosis son incorrectas o los medicamentos reaccionan con otros medicamentos o incluso con alimentos, las personas pueden morir de hemorragia interna. Algunos pacientes en hogares de ancianos en Nueva York y en todo el país han sido víctimas del uso de anticoagulantes mal monitoreado.
En un ejemplo, una persona de 89 años murió después de recibir Coumadin en un hogar de ancianos porque el medicamento reaccionó negativamente con el antibiótico que estaba tomando. Nadie monitoreó su sangre después de que le administraron el anticoagulante, lo que la dejó complicaciones no detectadas por mucho tiempo.
Un estudio de 2007 calculó que los errores de Coumadin y Warfarin se cobraron la vida de aproximadamente 34,000 personas al año. Estos medicamentos representan la mayoría de los errores de medicación porque los médicos deben determinar cuidadosamente las dosis para que el medicamento sea efectivo en lugar de peligroso. Algunos observadores esperan que se promulguen regulaciones que requieran que se enseñe al personal de los asilos de ancianos cómo administrar estos medicamentos de manera segura y monitorear a los pacientes que los reciben.
Se pueden producir muchos daños por errores de medicación, como error de dosis, una combinación peligrosa de prescripciones o no detectar alergias. Las personas que han sido dañadas de esa manera pueden querer reunirse con un abogado de negligencia médica y saber qué recursos podrían estar disponibles para ellos. El abogado podría consultar con expertos médicos para determinar si el error constituyó una falla por parte del profesional de la salud o de la instalación para exhibir el estándar de atención requerido.