Neumonía de un vistazo
Neumonía de un vistazo
La neumonía se utiliza como término genérico para describir diversas afecciones inflamatorias de los pulmones. Generalmente, es causada por bacterias (neumonía bacteriana) o virus (neumonía viral). También puede ser consecuencia de infecciones por hongos o levaduras, traumatismo pulmonar o inflamación pulmonar por exposición a sustancias tóxicas.
Estos provocan tos húmeda y acumulación de flema, dificultad para respirar y fiebre. Estos síntomas se complican aún más y provocan inflamaciones pulmonares graves que resultan en neumonía. La neumonía es una afección potencialmente mortal que, si no se trata a tiempo, puede ser mortal.
La neumonía es una afección común que puede presentarse en cualquier momento. Los fumadores y quienes padecen enfermedades o infecciones pulmonares crónicas tienen un mayor riesgo de desarrollar neumonía. Algunas de estas afecciones incluyen bronquitis aguda, cáncer de pulmón, enfisema o insuficiencia cardíaca congestiva. Las personas que reciben corticosteroides o quimioterapia, o quienes padecen VIH/SIDA, lo que afecta su sistema inmunitario, también pueden verse afectadas por la neumonía.
Síntomas de neumonía
La neumonía puede presentar diversos síntomas graves y dolorosos, como:
· Escalofríos y fiebre
· Dificultad para respirar
· Tos suelta y húmeda
· Se producen grandes cantidades de flema blanca o amarilla.
· Sibilancias
· Sudoración
· Fatiga
· Opresión en el pecho
· Dolor en el pecho al toser
· Náuseas y vómitos
· Dolores musculares
· Dolor de cabeza
Tratamiento de la neumonía
El primer paso para tratar la neumonía es su prevención, reduciendo o abandonando el hábito de fumar, evitando la exposición a sustancias tóxicas o la contaminación, o el contacto con personas diagnosticadas con gripe, neumonía u otras infecciones respiratorias. Se debe animar a las personas de todas las edades a adoptar hábitos de lavado de manos rigurosos y constantes para reducir la propagación de virus, bacterias y enfermedades transmisibles. Vacunarse para prevenir la neumonía también es una medida recomendada para reducir sus riesgos.
La neumonía leve en adultos sanos puede tratarse en casa con abundantes líquidos, reposo físico y el uso de un humidificador. Los médicos pueden recetar medicamentos y antibióticos para aliviar el dolor, la tos y la fiebre. Un broncodilatador también puede ayudar a relajar y ventilar las vías respiratorias inferiores para aliviar la dificultad respiratoria.
La neumonía grave suele provocar una falta de oxígeno en la sangre. Los pacientes con una neumonía tan agresiva podrían necesitar hospitalización y tratamiento con antibióticos intravenosos. Los médicos podrían recomendar, además, oxigenoterapia y dosis más altas de medicamentos para reducir la gravedad de la afección.
Diagnóstico erróneo de neumonía
La neumonía es una afección común cuyos síntomas suelen coincidir con los de otras afecciones menos críticas o graves. Los médicos pueden malinterpretar radiografías y análisis de sangre, lo que a su vez puede indicar un tratamiento y una medicación erróneos para el paciente. Algunos diagnósticos erróneos comunes de neumonía son:
· Gripe o influenza
· Bronquitis aguda
· Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Cuando un médico diagnostica erróneamente la condición de un paciente debido a negligencia médica, este queda expuesto a medicamentos y tratamientos no relevantes para su condición, lo que agrava sus complicaciones y pone en riesgo su vida. Estos actos de negligencia médica deben abordarse legalmente mediante una demanda por negligencia médica, para que el paciente pueda ser indemnizado por su dolor y sufrimiento.
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