Debido a que un diagnóstico de muerte cerebral generalmente conduce a acciones que terminan con la vida mediante la retirada del soporte vital, los profesionales de la salud de Nueva York deben estar completamente seguros cuando toman esa determinación. Las pautas fueron implementadas por la Academia Estadounidense de Neurología en 2010 para facilitar la precisión en el juicio en tales casos. Sin embargo, los estudios sugieren que muchos hospitales no se adhieren a estas pautas.
Debido a que un diagnóstico de muerte cerebral generalmente conduce a acciones que terminan con la vida mediante la retirada del soporte vital, los profesionales de la salud de Nueva York deben estar completamente seguros cuando toman esa determinación. Las pautas fueron implementadas por la Academia Estadounidense de Neurología en 2010 para facilitar la precisión en el juicio en tales casos. Sin embargo, los estudios sugieren que muchos hospitales no se adhieren a estas pautas.
En un estudio, se analizaron casi 500 hospitales en relación con las políticas de muerte cerebral entre 2013 y 2015. En el 43 % de estos centros, se permitió a los médicos asistentes realizar una declaración de muerte cerebral, lo cual contradice los estándares de la AAN. Si bien la AAN busca minimizar el potencial de error en una situación donde la precisión debe ser del 100 %, un profesional sin experiencia tiene mayor probabilidad de realizar un diagnóstico incorrecto. Muerte cerebral.
Si bien el estudio encuentra diferencias significativas entre los protocolos de la AAN y las políticas hospitalarias vigentes, estas políticas resultaron ser más coherentes con las directrices que en el pasado. El objetivo sigue siendo una tasa de cumplimiento del 100 % para eliminar por completo los problemas de diagnósticos erróneos.
Instancias de errores del hospital La gravedad puede variar considerablemente. En algunos casos, las consecuencias pueden ser leves, pero en otros, pueden ser mortales. Incluso si la muerte no se debe a un error médico, las lesiones a largo plazo pueden cambiar la vida de los afectados. Las políticas y protocolos hospitalarios pueden desempeñar un papel fundamental en el pronóstico de los pacientes, previniendo acciones y decisiones adversas.
Aunque la condición de un paciente puede generar riesgo de complicaciones graves o la muerte, la familia afectada podría preguntarse si un error médico ha sido un factor en ese resultado. Puede ser útil hablar del asunto con los profesionales que lo atienden y examinar los registros relacionados con la atención. Si el personal sanitario se resiste a hablar del tema, podría ser útil hablar de la situación con un abogado especializado en negligencia médica.