Una lesión cerebral puede cambiar completamente la vida. El estado de ánimo de una persona puede verse afectado. Es posible que no puedan caminar o hablar. En algunos casos, las personas no sobreviven.
Hace casi un año, una mujer de 19 años estuvo involucrada en un accidente automovilístico que la dejó con una lesión cerebral traumática. La mujer viajaba como pasajera en un vehículo conducido por un amigo. El amigo intentó girar a la izquierda cuando una camioneta chocó contra el auto.
El impacto del accidente automovilístico provocó que el cerebro de la mujer golpeara el costado de su cráneo. Ella quedó incapaz de respirar por sí misma o hablar.
La mujer, que ahora tiene 20 años, permaneció en el hospital durante unos seis meses. Fue dada de alta sólo porque su seguro se había agotado.
Casi un año después del accidente, la joven está aprendiendo a caminar y hablar nuevamente. Su familia espera que en algún momento pueda regresar a la universidad y vivir sola.
Esta joven no está sola en su lucha por volver a una vida normal. Cada año, alrededor de 1.7 millones de personas sufren una lesión cerebral traumática. Lamentablemente, muchas de esas lesiones podrían haberse evitado.
Los accidentes automovilísticos ocurren con demasiada frecuencia en la ciudad de Nueva York y más allá. Las personas sólo pueden sufrir heridas leves. Sin embargo, algunos accidentes automovilísticos dejan a las personas con lesiones graves. Muchas personas no sobreviven a los accidentes automovilísticos.
Los conductores deben hacer todo lo posible para mantener las carreteras seguras. Un error puede dejar a las personas sufriendo lesiones devastadoras.
Fuente: Today Health, “Recuperar a Andrea de una lesión cerebral: la historia de un padre”, Bill Briggs, 13 de junio de 2012